jeudi 17 août 2017

Flamas de Sabiduría Sagrada.- 6

Pertenecer

La cuestión de la pertenencia a un lugar o a un grupo es una realidad muy compleja. Como ser gregario, el hombre forma grupos y deja su marca en los lugares que habita creando comunidades unidas por el sentimiento de pertenencia. Nací aquí, luego soy de aquí, luego pertenezco aquí.

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Al igual que los lobos, siempre buscamos "la manada" que mejor nos acomode para estar y expandirnos. La razón es simple, el lobo solitario perece, mientras que la manada perdura. La manada se cuida mutuamente, se recrea, se nutre y se enriquece mientras que el lobo solitario debe manejar todos los aspectos de su vida por su propia cuenta y cuando algo se desequilibra y lo imposibilita, está aniquilado.

En el caso de la manada humana son las actividades socio-culturales que realizamos las que nos asignan los grupos en los que participamos y a los que, en mayor o menor medida, terminamos perteneciendo. La escuela, la iglesia, las clases de inglés, de guitarra o de baile, el grupo de lectura o el equipo de fútbol del barrio o del club... Todos esos son grupos a los nos integramos desde niños y que hacemos nuestros al tiempo que nos hacen suyos.

Sin embargo, existen los lobos solitarios y existen los ermitaños (seres montaraces o asociales) que se alejan de las concentraciones humanas para ser "ellos mismos" sin interferencia de los demás. Yo me identifico mas con este grupo aunque no me alejo de la sociedad. Yo soy una ermitaña social porque aunque me mezclo bien en la sociedad y me manejo en ella, no siento que pertenezco del todo "a la sociedad".

Las razones de ello son múltiples. Una es que las sociedades humanas tal como las he experimentado están tan desconectadas de los principios más elementales de la vida y la armonia, que resulta engorroso procurar pertenecer 100% a ellas siendo que esto implica adoptar patrones y conductas "antinaturales".

No, thank you!

Otra razón es que siento más sentido de pertenencia hacia un conjunto de ideales sublimes que hacía un conjunto específico de personas. Pertenezco a los liberadores, a los libertarios, a los libre pensadores, a los guerreros de la Luz, a los sabios de la Luz, a la Luz misma... Mi "pueblo primogénito", mi grupo originario interno son todos los seres "raros" que pueblan mis recuerdos, mis días y mi futuro y que, por destino errante, están destinados a permanecer separados en el espacio pero unidos por la línea invisible que nos procuró el encuentro en los diferentes momentos de la vida.

La tercera razón es que soy, básicamente, una persona de grupos pequeños. Las enormes masas son una realidad dentro de la cual no me siento cómoda. Así, adoro mi núcleo familiar (conciso y reducido), mi clan de guerreras de la Luz y mi selecto grupo de amigos. ¡Son mi tesoro! Pertenezco a ellos y ellos me pertenecen no en un sentido de posesividad sino de "tener un espacio y lugar en...". Están también los "ángeles" cuyos caminos me tocaron y a los que toqué. Estrellas en mi universo y protagonistas del suyo propio. Maestros y discípulos al mismo tiempo aunque solo fuese de una sonrisa compartida.

Hoy, veo con una claridad abrumadora que el ESTAR y el PERTENECER a veces están separados por una fina linea de tiempo. Estoy aquí pero no pertenezco aquí y justo ahora solo espero el momento en que ya no esté, el momento de mi partida. Quizás llegue a un lugar al que si perteneceré de forma invisible y misteriosa. Quizás mi camino continúe errante un poco (o bastante) más. Se que aunque ""me establezca y eche raíces, viajera siempre seré.

Sin embargo, se en mi interior que, así como siento que pertenezco a mi tesoro y que él me pertenece, habrá un lugar concreto que se erigirá como parte espacial de ese tesoro del alma y allí habitaré mientras siga en este hogar temporal llamado Tierra y de apellido Mundo Físico.

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