A cada maestro la honra que merece por la lección enseñada. Como cada compañero de viaje directo o indirecto, es un maestro para nosotros, honra a todos, incluyendo a...
Nicolas Maduro Moros
Como ser de Luz dejo acá 2 mensajes de Luz de Maestros que estan haciendo su parte en la liberación de Venezuela y todos los implicados en esta transición.
Nicolas Maduro Moro,
Te libero y me libero de las memorias de dolor, agresión, represión, ego, muerte, miseria y miedo que compartimos; hoy entiendo la verdad de tu misión, hoy agradezco a la esencia de Luz en ti por elegir ser el maestro de aprendizaje para mi nación y desde mi esencia reconozco que elegir ser el verdugo no debió ser fácil.
Hoy honro tu luz y me libero de tu sombra, ya no necesitamos que sigas aquí mostrándonos lo peor de la humanidad; ya no es necesario que sigas siendo el opresor para entender que nuestra VENEZUELA es una tierra maravillosa y única; ya no necesitamos que sigas mostrándonos la muerte para entender que la VIDA es lo más valioso que tenemos; ya no necesitas seguir causándonos dolor para entender que el AMOR es nuestra única verdad.
Hoy entiendo el mensaje detrás de todos estos días de tanto dolor y desaliento, de tanta muerte.
Hoy puedo ver la VENEZUELA que realmente Somos.
Hoy reconozco lo que significa ser VENEZOLANO, que no es otra cosa que Valientes, Guerreros de Luz, Compañeros, Capaces de Dar Amor a otros, Compasivos, y sobre todo UNIDOS...
Nicolas tu oscuridad nos mostró hasta donde se puede llegar al perder nuestro poder personal, pero también esta permitiendo que la MAYOR FUENTE DE LUZ florezca en cada corazón Venezolano.
No debemos permitir que este proceso se lleve nuestra esencia, la misión de nuestra tierra es maravillosa, es única, la transformación que atravesamos es muy fuerte, pero como todo proceso de transformación conlleva aprendizajes profundos.
HOY LIBERO A EL MAESTRO Y ME QUEDO CON LA ENSEÑANZA .
Llegó la hora de la LUZ, llego la hora de la PAZ, llego la hora del AMOR, llego la hora de la NUEVA VENEZUELA.
Ya puedo verla, oírla y sentirla...
GLORIOSA
_________________________________________________________________________
Mi nombre es Guido Guillermo Guédez Briceño, médico de profesión, me ocupo de aplicar la inteligencia espiritual para crear salud y resolver conflictos. Mi principal paciente en estos momentos es Venezuela, está viviendo un proceso de glorioso despertar y requiere del apoyo de todos sus hijos. En tal sentido quiero aportar un granito de arena.
Con un propósito profundamente sanador escribí una carta a nuestro presidente, no con la finalidad de hacérsela llegar, al menos en este momento, tal vez más adelante. El propósito es que las personas que comulguemos con la visión espiritual, aquí planteada, la utilicemos como material de meditación para sanar interiormente lo que percibimos pendiente por sanar en Venezuela. Una vez realizado este trabajo de limpieza, pudiera contemplarse la posibilidad de hacerle llegar la carta.
Recordemos que todos somos Uno, por lo tanto cada uno de los seres está en nuestro interior, forma parte de nuestro ser. Pues bien esta carta es para sanar a Nicolás dentro de mí. Gracias a quien me acompañe
Infinitas gracias a todas las personas que se integren o quieran contribuir con esta modesta iniciativa, una más dentro de tantas que están implementándose.
Un gran abrazo.
Los amo.
Guido.
CARTA A NICOLÁS MADURO MOROS:
Nicolás, quiero comenzar esta misiva recordando dos verdades que todos ya sabemos, de las cuales doy fiel testimonio. Primero: Fuimos creados por Dios a su imagen y semejanza. Segundo: Dios es luz y amor. Por lo tanto, todos sus hijos somos seres de luz y amor. Así, pues, no dudo en reconocerte un ser de luz, solidario, bondadoso y fiel. Esta es una eterna realidad, que nada puede cambiarla.
Perdóname por favor, Nicolás porque, siendo tú un ser de luz, yo te convoqué, desde mis asuntos pendientes por sanar, para compartir contigo memorias de confusión, asociadas con dolor, violencia, agresión, represión, muerte, miseria, miedo, pánico, exclusión, totalitarismo, odio, venganza, apropiación indebida, corrupción y narcotráfico, entre otras cosas.
Perdóname porque, además, te convoqué para que jugaras el rol de victimario, villano, verdugo y dictador, en el rodaje mi película, desarrollada en este sagrado escenario llamado Venezuela. Y a la vez, te asigné una postura que te mantuvo prisionero por todos estos años, víctima de memorias ancestrales saturadas de confusiones, posesionadas sobre ti, ocultando así, la grandeza de tu alma y la luz de tu ser.
Hoy comprendo tu misión, tu nobleza, tu solidaridad, tu fidelidad al guión que te asigné en esta obra de teatro, “La Venezuela del Siglo XXI”. Hoy te honro con inmensa gratitud, reconozco tu luminosa esencia, eres un gran Maestro. Gracias, hermano por venir a facilitar que afloren sentimientos de rabia, impotencia, miedo, angustia, pánico, desesperanza, deseos de venganza, que estaban solapados en nosotros, los venezolanos.
Y esto es así, puesto que si salen de nosotros, es porque estaban albergados en nuestro interior. Por tal motivo, te digo, gracias, hermano, tú posibilitas la sanación de estas emociones tóxicas, y a la vez, facilitas el despertar de este glorioso pueblo y de nuestra amada Venezuela.
Aquí y ahora, decido liberarte y liberarme de esta transitoria relación, establecida solo en el ámbito de las apariencias, pues en la realidad que corresponde al reino de los cielos, el mundo creado por Dios, tu impecabilidad es inquebrantable y permanente. Hoy abro los ojos del alma y comparto una sana percepción de los hechos, y con ella, asumo la reconstrucción de Venezuela, misión que nos corresponde como hijos de Dios y de esta tierra bendita.
Te pido perdón porque te convoqué para sumergirte en prácticas de oscurantismo, que distorsionan el camino hacia el propósito santo que Dios nos tiene asignado a todos sus hijos. Perdóname que haya recurrido a asignarte tan inmerecido rol, para que me mostraras estas conductas oscuras, tan repetidas en la humanidad, las cuales requieren ser sanadas para despertar a los luminosos estados de consciencia que hoy, por gracia de Dios, nos corresponde compartir.
Te pido perdón por todos los juicios emitidos hacia ti, por los resentimientos, el odio, y el rechazo experimentados por los venezolanos hacia ti. Asumo la total responsabilidad de estos sentimientos tóxicos, le pido perdón a Dios, y amorosamente los entrego en sus santas manos, pidiéndole por favor que los trasmute en luz de santidad.
Gracias Nicolás, por mostrarme con mucha precisión las memorias ancestrales devastadoras, propias de la barbarie, que como humanidad, venimos arrastrando desde hace milenios, que hemos repetido de manera incontable, y que hoy nos corresponde la misión de sanar, y el escenario elegido para esta sanación es nuestra prodigiosa tierra venezolana.
Por la gracia de Dios, hoy nos corresponde limpiar toda esta información tóxica, acumulada por tantos siglos. De tal manera que en este glorioso país nos encontramos en un período de liberación, de purga, de desvanecimiento de confusiones. Y tu presencia, Nicolás, es una pieza clave para lograrlo. Gracias hermano del alma.
Perdóname Nicolás por convocarte para que me muestres la muerte de nuestros jóvenes, y con estas experiencias darnos la oportunidad de trasmutar el dolor y valorar más la vida, de comprender y asumir que somos amor, y que el amor es siempre la solución, que el amor es nuestra única verdad. Y que los seres que en estos momentos se elevaron al cielo, no los perdimos, los ganamos como guerreros de luz, que desde la dimensión celestial, nos irradian su amor y su luz para contribuir con el despertar de Venezuela.
Perdón por mi demora en asumir la total responsabilidad de los conflictos vividos en todos estos días que han generado dolor, sufrimiento y muertes en los venezolanos. Hoy decido irrevocablemente asumir la absoluta responsabilidad de todos estos hechos, de sus causas y sus consecuencias, y amorosamente entrego todo en las santas manos de Dios, a la vez, yo también me entrego en sus manos para ser un instrumento de su Divino Plan. Para que Él obre a través de mí, para que se haga presente a través de mí, ame a través de mi corazón, y bendiga a través de mi presencia.
Nicolás, hoy elijo ver la Venezuela que realmente somos, elijo no continuar convocando experiencias dolorosas, hoy comprendo el mensaje que está implícito más allá de las apariencias. Reconozco la trascendencia de responder amorosamente a las conductas envueltas en confusiones, comprendo que dichas comportamientos, son solicitudes de amor. Hoy elijo vivir el amor incondicional, la compasión, el perdón, la gratitud, la total responsabilidad, permitiendo el florecimiento del amor de Dios a través de nuestros corazones.
Hoy elijo ser un feliz aprendiz, emerger de la oscuridad hacia la Luz, vivir la Unidad con todos los venezolanos, sin distingos. Gracias Nicolás porque me mostraste la oscuridad que llevo por dentro y que me corresponde sanar, extendiendo la Luz de Dios a todos los venezolanos. Hoy visualizo la NUEVA VENEZUELA, prospera, feliz y luminosa.
Hoy te libero maestro Nicolás Maduro Moros, y me libero a mí mismo de todas las apariencias que pensé que eran verdaderas. Elijo de nuevo, libero las confusiones y conservo las enseñanzas implícitas en estas experiencias. Estamos en momentos de luz, de paz, de hermandad, llegó la hora de asumir el amor y develar la verdad, de reconstruir la NUEVA VENEZUELA. La visualizo, la escucho, la siento, la respiro, la asumo, participo en su creación y la vivo en mi corazón.
Nicolás, hermano, tu misión está concluida, gracias por despertarnos del letargo. Puedes retirarte. Ten la certeza que tu misión no será en vano, que realizaremos la gloriosa obra de reconstruir a Venezuela, como un país ejemplar, hermanado, próspero, feliz, luminoso, con excelentes servicios médicos de primera, con una educación a la altura del compromiso que nos corresponde asumir, con inclusión social, con múltiples empresas productivas de bienes y servicios, con muy diversas y atractivas fuentes de trabajo.
Te comento, hermano, que miles de empresarios venezolanos y extranjeros están esperando el momento propicio para venir a invertir a Venezuela, y entre todos, en poco tiempo lograremos levantar este país, dando ejemplo al mundo del admirable despertar que has logrado en este glorioso pueblo venezolano. Muchísimas gracias Nicolás.
A través de ti, le pido perdón a cada uno de los militares y civiles que ten han acompañado en el cumplimiento de tu misión, perdón por haberlos convocado a participar de este proceso. A la vez les agradezco muchísimo por el fiel cumplimiento de su misión. Para todos, amorosas bendiciones.
La Paz del Señor este siempre contigo, hermano.
Un gran abrazo.
Te amo hermano.
Guido Guédez.
Nicolas Maduro Moros
Como ser de Luz dejo acá 2 mensajes de Luz de Maestros que estan haciendo su parte en la liberación de Venezuela y todos los implicados en esta transición.
Nicolas Maduro Moro,
Te libero y me libero de las memorias de dolor, agresión, represión, ego, muerte, miseria y miedo que compartimos; hoy entiendo la verdad de tu misión, hoy agradezco a la esencia de Luz en ti por elegir ser el maestro de aprendizaje para mi nación y desde mi esencia reconozco que elegir ser el verdugo no debió ser fácil.
Hoy honro tu luz y me libero de tu sombra, ya no necesitamos que sigas aquí mostrándonos lo peor de la humanidad; ya no es necesario que sigas siendo el opresor para entender que nuestra VENEZUELA es una tierra maravillosa y única; ya no necesitamos que sigas mostrándonos la muerte para entender que la VIDA es lo más valioso que tenemos; ya no necesitas seguir causándonos dolor para entender que el AMOR es nuestra única verdad.
Hoy entiendo el mensaje detrás de todos estos días de tanto dolor y desaliento, de tanta muerte.
Hoy puedo ver la VENEZUELA que realmente Somos.
Hoy reconozco lo que significa ser VENEZOLANO, que no es otra cosa que Valientes, Guerreros de Luz, Compañeros, Capaces de Dar Amor a otros, Compasivos, y sobre todo UNIDOS...
Nicolas tu oscuridad nos mostró hasta donde se puede llegar al perder nuestro poder personal, pero también esta permitiendo que la MAYOR FUENTE DE LUZ florezca en cada corazón Venezolano.
No debemos permitir que este proceso se lleve nuestra esencia, la misión de nuestra tierra es maravillosa, es única, la transformación que atravesamos es muy fuerte, pero como todo proceso de transformación conlleva aprendizajes profundos.
HOY LIBERO A EL MAESTRO Y ME QUEDO CON LA ENSEÑANZA .
Llegó la hora de la LUZ, llego la hora de la PAZ, llego la hora del AMOR, llego la hora de la NUEVA VENEZUELA.
Ya puedo verla, oírla y sentirla...
GLORIOSA
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Mi nombre es Guido Guillermo Guédez Briceño, médico de profesión, me ocupo de aplicar la inteligencia espiritual para crear salud y resolver conflictos. Mi principal paciente en estos momentos es Venezuela, está viviendo un proceso de glorioso despertar y requiere del apoyo de todos sus hijos. En tal sentido quiero aportar un granito de arena.
Con un propósito profundamente sanador escribí una carta a nuestro presidente, no con la finalidad de hacérsela llegar, al menos en este momento, tal vez más adelante. El propósito es que las personas que comulguemos con la visión espiritual, aquí planteada, la utilicemos como material de meditación para sanar interiormente lo que percibimos pendiente por sanar en Venezuela. Una vez realizado este trabajo de limpieza, pudiera contemplarse la posibilidad de hacerle llegar la carta.
Recordemos que todos somos Uno, por lo tanto cada uno de los seres está en nuestro interior, forma parte de nuestro ser. Pues bien esta carta es para sanar a Nicolás dentro de mí. Gracias a quien me acompañe
Infinitas gracias a todas las personas que se integren o quieran contribuir con esta modesta iniciativa, una más dentro de tantas que están implementándose.
Un gran abrazo.
Los amo.
Guido.
CARTA A NICOLÁS MADURO MOROS:
Nicolás, quiero comenzar esta misiva recordando dos verdades que todos ya sabemos, de las cuales doy fiel testimonio. Primero: Fuimos creados por Dios a su imagen y semejanza. Segundo: Dios es luz y amor. Por lo tanto, todos sus hijos somos seres de luz y amor. Así, pues, no dudo en reconocerte un ser de luz, solidario, bondadoso y fiel. Esta es una eterna realidad, que nada puede cambiarla.
Perdóname por favor, Nicolás porque, siendo tú un ser de luz, yo te convoqué, desde mis asuntos pendientes por sanar, para compartir contigo memorias de confusión, asociadas con dolor, violencia, agresión, represión, muerte, miseria, miedo, pánico, exclusión, totalitarismo, odio, venganza, apropiación indebida, corrupción y narcotráfico, entre otras cosas.
Perdóname porque, además, te convoqué para que jugaras el rol de victimario, villano, verdugo y dictador, en el rodaje mi película, desarrollada en este sagrado escenario llamado Venezuela. Y a la vez, te asigné una postura que te mantuvo prisionero por todos estos años, víctima de memorias ancestrales saturadas de confusiones, posesionadas sobre ti, ocultando así, la grandeza de tu alma y la luz de tu ser.
Hoy comprendo tu misión, tu nobleza, tu solidaridad, tu fidelidad al guión que te asigné en esta obra de teatro, “La Venezuela del Siglo XXI”. Hoy te honro con inmensa gratitud, reconozco tu luminosa esencia, eres un gran Maestro. Gracias, hermano por venir a facilitar que afloren sentimientos de rabia, impotencia, miedo, angustia, pánico, desesperanza, deseos de venganza, que estaban solapados en nosotros, los venezolanos.
Y esto es así, puesto que si salen de nosotros, es porque estaban albergados en nuestro interior. Por tal motivo, te digo, gracias, hermano, tú posibilitas la sanación de estas emociones tóxicas, y a la vez, facilitas el despertar de este glorioso pueblo y de nuestra amada Venezuela.
Aquí y ahora, decido liberarte y liberarme de esta transitoria relación, establecida solo en el ámbito de las apariencias, pues en la realidad que corresponde al reino de los cielos, el mundo creado por Dios, tu impecabilidad es inquebrantable y permanente. Hoy abro los ojos del alma y comparto una sana percepción de los hechos, y con ella, asumo la reconstrucción de Venezuela, misión que nos corresponde como hijos de Dios y de esta tierra bendita.
Te pido perdón porque te convoqué para sumergirte en prácticas de oscurantismo, que distorsionan el camino hacia el propósito santo que Dios nos tiene asignado a todos sus hijos. Perdóname que haya recurrido a asignarte tan inmerecido rol, para que me mostraras estas conductas oscuras, tan repetidas en la humanidad, las cuales requieren ser sanadas para despertar a los luminosos estados de consciencia que hoy, por gracia de Dios, nos corresponde compartir.
Te pido perdón por todos los juicios emitidos hacia ti, por los resentimientos, el odio, y el rechazo experimentados por los venezolanos hacia ti. Asumo la total responsabilidad de estos sentimientos tóxicos, le pido perdón a Dios, y amorosamente los entrego en sus santas manos, pidiéndole por favor que los trasmute en luz de santidad.
Gracias Nicolás, por mostrarme con mucha precisión las memorias ancestrales devastadoras, propias de la barbarie, que como humanidad, venimos arrastrando desde hace milenios, que hemos repetido de manera incontable, y que hoy nos corresponde la misión de sanar, y el escenario elegido para esta sanación es nuestra prodigiosa tierra venezolana.
Por la gracia de Dios, hoy nos corresponde limpiar toda esta información tóxica, acumulada por tantos siglos. De tal manera que en este glorioso país nos encontramos en un período de liberación, de purga, de desvanecimiento de confusiones. Y tu presencia, Nicolás, es una pieza clave para lograrlo. Gracias hermano del alma.
Perdóname Nicolás por convocarte para que me muestres la muerte de nuestros jóvenes, y con estas experiencias darnos la oportunidad de trasmutar el dolor y valorar más la vida, de comprender y asumir que somos amor, y que el amor es siempre la solución, que el amor es nuestra única verdad. Y que los seres que en estos momentos se elevaron al cielo, no los perdimos, los ganamos como guerreros de luz, que desde la dimensión celestial, nos irradian su amor y su luz para contribuir con el despertar de Venezuela.
Perdón por mi demora en asumir la total responsabilidad de los conflictos vividos en todos estos días que han generado dolor, sufrimiento y muertes en los venezolanos. Hoy decido irrevocablemente asumir la absoluta responsabilidad de todos estos hechos, de sus causas y sus consecuencias, y amorosamente entrego todo en las santas manos de Dios, a la vez, yo también me entrego en sus manos para ser un instrumento de su Divino Plan. Para que Él obre a través de mí, para que se haga presente a través de mí, ame a través de mi corazón, y bendiga a través de mi presencia.
Nicolás, hoy elijo ver la Venezuela que realmente somos, elijo no continuar convocando experiencias dolorosas, hoy comprendo el mensaje que está implícito más allá de las apariencias. Reconozco la trascendencia de responder amorosamente a las conductas envueltas en confusiones, comprendo que dichas comportamientos, son solicitudes de amor. Hoy elijo vivir el amor incondicional, la compasión, el perdón, la gratitud, la total responsabilidad, permitiendo el florecimiento del amor de Dios a través de nuestros corazones.
Hoy elijo ser un feliz aprendiz, emerger de la oscuridad hacia la Luz, vivir la Unidad con todos los venezolanos, sin distingos. Gracias Nicolás porque me mostraste la oscuridad que llevo por dentro y que me corresponde sanar, extendiendo la Luz de Dios a todos los venezolanos. Hoy visualizo la NUEVA VENEZUELA, prospera, feliz y luminosa.
Hoy te libero maestro Nicolás Maduro Moros, y me libero a mí mismo de todas las apariencias que pensé que eran verdaderas. Elijo de nuevo, libero las confusiones y conservo las enseñanzas implícitas en estas experiencias. Estamos en momentos de luz, de paz, de hermandad, llegó la hora de asumir el amor y develar la verdad, de reconstruir la NUEVA VENEZUELA. La visualizo, la escucho, la siento, la respiro, la asumo, participo en su creación y la vivo en mi corazón.
Nicolás, hermano, tu misión está concluida, gracias por despertarnos del letargo. Puedes retirarte. Ten la certeza que tu misión no será en vano, que realizaremos la gloriosa obra de reconstruir a Venezuela, como un país ejemplar, hermanado, próspero, feliz, luminoso, con excelentes servicios médicos de primera, con una educación a la altura del compromiso que nos corresponde asumir, con inclusión social, con múltiples empresas productivas de bienes y servicios, con muy diversas y atractivas fuentes de trabajo.
Te comento, hermano, que miles de empresarios venezolanos y extranjeros están esperando el momento propicio para venir a invertir a Venezuela, y entre todos, en poco tiempo lograremos levantar este país, dando ejemplo al mundo del admirable despertar que has logrado en este glorioso pueblo venezolano. Muchísimas gracias Nicolás.
A través de ti, le pido perdón a cada uno de los militares y civiles que ten han acompañado en el cumplimiento de tu misión, perdón por haberlos convocado a participar de este proceso. A la vez les agradezco muchísimo por el fiel cumplimiento de su misión. Para todos, amorosas bendiciones.
La Paz del Señor este siempre contigo, hermano.
Un gran abrazo.
Te amo hermano.
Guido Guédez.
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