mardi 28 avril 2020

Relatos en miniatura.- #1




Hace tiempo que no escribo por aquí. Diferentes motivos me han mantenido alejada de este espacio que fue el primero que recibió mis palabras. Mil veces y otras mil veces más se ha dicho que el hijo prodigo siempre regresa a casa. Tomaré ese cliché para introducir mi regreso con una nueva sección de escritos que están naciendo en medio del contexto mas inverosímil.

  Disfrútenlos





SACO Y SOMBRERO


Cuando llegó a casa dejó el saco y el sombrero sobre la silla. Era su rutina diaria y no había cambiado en más de 15 años. De esa forma lograba sacarse de encima los problemas de la calle y entrar libre a su hogar.

Vivía voluntariamente en una austeridad medida. Nada sobraba. Nada faltaba. Todo en su santo lugar.

Juan Diego Montiel entendía bien que la esencia de su amada seguía en casa gracias a la continuidad que le daba a los rituales que ella le había enseñado.







HORA DE ALMORZAR

Todo preparado para recibir el alimento sagrado.

El líquido esperado no era más que agua fresca de la fuente cercana y la especialidad culinaria no pasaría de ser algunas bayas cuidadosamente sazonadas con las hierbas aromáticas de la zona y algo de arroz blanco.

La cuchara sólo esperaba por un caldo incipiente, más agua que esencia, pero amorosamente preparado. La mesa entera está puesta para una pequeña familia que se empeñaba en vivir como en los tiempos en que la abundancia llenaba la vajilla e iluminaba el corazón.






CUIDADO CON LA OLA

El mar está embravecido. Sube y baja sin calma, con ánimo bravío. No amenaza a nadie pero no tiene paciencia con nuestras tonterías. Hoy no nos dará generoso lo que queramos.

Cuidado con la araña marina.

Ya viene hacia nosotros. Se acerca para tomarnos con sus patas y enredarnos con sus hilos. No temas porque del temor se alimenta pero no te dejes seducir por ella. Tampoco te resistas a que te tome. Es un ser extraño que te lleva a donde quieres aun en tiempos de mar agitado pero sólo si sabes lo que quieres y resistes su invitación a dormir en el suave nido de su telaraña.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire